Documentacion Entrevista Noticias
Brasil: Para abordar la seguridad digital tenemos que desnaturalizar el poder, la violencia.
Los niveles de violencia es Brasil son alarmantes y no cesa a pesar de las restricciones por la pandemia. Así lo revela el informe anual del Foro Brasileño de Seguridad Pública.
Se registra que en el año 2020, más de 50.000 personas murieron de manera violenta, casi un 5 % más que el año anterior. La mayoría de las víctimas eran de raza negra, sexo masculino y menores de 30 años. El 78 % de estas muertes fueron provocadas con armas de fuego.
La tasa de homicidios de mujeres no negras fue de 2.5 por cada 100.000, la de mujeres negras fue de 4.1, para un riesgo 1.7 veces mayor; con un incremento en el periodo analizado del 65.8 puntos porcentuales en relación a mujeres no negras.
Y a la vez se registra un incremento en las cifras de tenencia de armas, con más de dos millones de artefactos en manos particulares. Según los datos del sistema de registro de la Policía Federal, la cantidad de armas se duplicó en tres años.
Para adentrarnos un poco más sobre la realidad de Brasil, hemos conversado Tica Moreno quien reside en Sao Pablo, al sureste de Brasil, militante de la Marcha Mundial de las Mujeres e integrante de la Coordinación Nacional en Brasil y del colectivo de comunicadoras. Además se encuentra trabajando en el portal Capire, una herramienta de comunicación feminista internacional por donde se construye debates, articulación e internacionalismo.
¿Cuéntenos concretamente los ejes en que está trabajando la Marcha Mundial de Mujeres?
La Marcha Mundial de las Mujeres es un movimiento feminista internacional que tiene una mirada política: anti capitalista y anti racista que existe desde el año 2000. Desde nuestra experiencia aquí en Brasil tenemos algunos ejes de acción común a nivel internacional relacionados con el enfrentamiento al poder corporativo, al avance de las empresas transnacionales, del capital sobre nuestros cuerpos, y en los territorios. Tenemos esta apuesta política, e incluso decimos “resistimos para vivir, marchamos para transformar”.
Nuestra actuación es vinculada a las condiciones concretas de la vida,a la construcción de alternativas hacia la soberanía, la autonomía económica, agroecología y la soberanía alimentaria, a la organización de producción y de consumo solidario, de construcción de relaciones de consumo solidario entre el campo y las periferia urbanasy por ahí estamos con la economía solidaria y vinculando con el fortalecimiento de la auto organización popular y la solidaridad entre las mujeres.
Esta construcción de resistencias y enfrentamientos esta dedicada al gobierno de Jair Bolsonaro, que está implementando una política de muerte, privatización, saqueo y retroceso en derechos, destrucción, desmantelamiento de los servicios públicos, genocidio de la población, ataques a los territorios indígenas y a la población negra. Entonces, una cosa muy concreta es la resistencia en el escenario político que se vincula con la extracción en los territorios.
Aquí en Brasil estamos en 20 estados o provincias donde se desarrollan acciones en cada territorio muy vinculadas con lo que llamamos “las condiciones de existencia que garanticen nuestra resistencia”, ya que se está viviendo un momento de aumento de hambre, de pobreza principalmente entre las mujeres, muy poco o nulo ingreso económico, sobrecarga de trabajo vinculados a los cuidados y que en muchos casos generan la imposibilidad de lograr mejor empleo.
¿Han recibido ataques a partir de este trabajo realizado ? en sus comunicaciones o portal digital ?
Sí, en un país como Brasil tan conservador, con tanta misoginia los ataques están conectados con diferentes tipos de violencias, tanto los tipos de ataques digitales en la comunicación y lo que sucede en lo presencial, por ejemplo ayer las compañeras de aquí de la marcha de la región del noreste estaban haciendo una manifestación en la calle en contra de la violencia contra las mujeres y un hombre ahí simplemente saco un arma, amenazando la manifestación, una cosa súper peligrosa pero que expresa un poco el momento de tensión que estamos viviendo con el gobierno de Bolsonaro y todo lo que significa también la criminalización.
A nivel de nuestras comunicaciones tenemos ataques y ofensas que son diversas, por ejemplo: invasión en reuniones online que la gente entra y pone videos, pero sabemos que no solo pasa en nuestra organización esto también pasa con varias organizaciones de mujeres, de mujeres negras en Brasil y en otros lugares fuera de Brasil.
Los ataques o comentarios misóginos se activan con temas relacionados al aborto, la sexualidad libre. Nosotros estamos en estos días publicando muchas cosas relacionadas con la libertad sexual de las mujeres lesbianas, porque son esos días de lucha y visibilidad de las mujeres lesbianas en Brasil y es cuando recibimos ataques o comentarios misóginos, des calificativos hacia nosotras. Además de eso algunas otras compañeras que son parte de la marcha ya sufrieron ataques de ransomware, que es una cosa más específica y qué está creciendo en el marco de las organizaciones de sociedad civil aquí en Brasil, entonces tampoco es algo específico de organizaciones feministas. Yo diría que hay otra cosa más del perfil de ataques a nivel digital de comunicación. Ese perfil misógino de ataque está más vinculado nuestra actuación cuando planteamos esos temas de sexualidad libre de derecho al aborto, de autonomía sobre nuestros cuerpos.
¿Mencionaste un “ataque de ransomware”, cuentenos un poco más en que consiste esto?
Es aquel ataque cuando una servidora o una máquina en el caso de la servidora de organizaciones es infectada por un virus que encripta todos los contenidos, todos los archivos de la máquina y ahí con este ataque lo que pasa es que recibe un mensaje del servidor, un archivo no identificado donde indican cómo hacer el rescate de los archivos, entonces normalmente piden una cantidad de plata es como un secuestro mismo de los archivos, fotos, información financiera, todo. Cuando nos ocurrió a nosotras, en el caso que yo acompañe lo bueno es que nosotras teníamos un respaldo y eso fue un gran alivio.
¿Cuál es la importancia que se le da a seguridad digital dentro y fuera de la organización?
Cada vez hay más consciencia de nuestra vulnerabilidad en el mundo digital entonces cada vez hablamos más sobre esos temas. Cuando pasan estos tipos de ataque en las actividades, invasiones en las actividades e incluso eso mismo de ransomware, eso levanta mucho la discusión y es algo que vamos aprendiendo a debatir. Yo creo que la importancia de debatir, de hablar sobre estos temas permite construir estrategias para garantizar nuestra seguridad digital que no sea algo de propiedad de los técnicos. Debemos como mujeres, activistas, como militantes apropiarnos también de qué es lo que nos deja en situación de vulnerabilidad y qué es lo que podemos hacer para enfrentar eso.
En estos procesos o discusiones se fortalece la concientización y vamos adoptando herramientas más seguras con el uso de las tecnologías libres; por ejemplo nosotras cada vez más adoptamos grupos de signal para sustituir los grupos de WhatsApp, porque acá en Brasil está pasando mucho lo del clonaje de WhatsApp. Aprendemos a hacer cosas muy básicas de autenticación en dos pasos, sobre seguridad con compañeras de un grupo feminista de tecnologías libres, también tenemos una sala, un ambiente virtual instalado en una servidora de ese grupo, donde tenemos autonomía y seguridad para nuestras reuniones cuando hablamos de temas sensibles.
Entonces, yo creo que la importancia es ir construyendo la consciencia y las prácticas para nuestra seguridad digital y comprender las vulnerabilidades de cada una y también de la organización. Nosotras trabajamos con mucha información de las compañeras, toda nuestra red de la organización, de la articulación con los núcleos y comités de base está digitalizada, entonces comprender de qué forma eso nos pone es una situación de vulnerabilidad y así pensar, reflexionar la seguridad digital. Por otra parte, también hemos reconocido nuestros límites por ejemplo; la marcha es un movimiento popular de mujeres que no siempre utilizan estas alternativas en sus actividades porque no se cuenta con el espacio en sus celular para descargar aplicaciones o la conexión es inestable, entonces es una cosa que va a pasito a pasito, pero yo creo que para nosotras lo importante es hablar de la seguridad digital que seamos más conscientes de nuestra vulnerabilidad y que podemos encontrar formas de protegernos.
¿Cuáles han sido las acciones para contrarrestar estos ataques ?
Yo soy entusiasta del Software Libre y frente a esas situaciones de ataque de ransoware en las servidoras de las organizaciones, la orientación para que las servidoras sean en linux, que es lo básico para la seguridad. La organización en la que yo trabajo que es SOF (Sempreviva Organización Feminista), que es parte de la Marcha Mundial de Mujeres e hizo el proceso de transición a linux en el servidor y ha sido un proceso de construcción, aprendizaje con el equipo de trabajo, para entender cómo funciona porque hay mucho esa idea de que es algo técnica pero también es político cada vez qué decidimos que plataforma o herramienta usar.
Ahora en contexto de pandemia muchas cosas pasaron a ser virtual entonces el zoom y el google meet pasaron a ser las herramientas principales de muchas organizaciones aliadas, y nosotras hemos implementado Jitsi y muchas compañeras de base han empezado a utilizarlo también, y esta plataforma que se llama Angela, es un Big Blue Button que está hospedado en un servidor activista. Cada vez que decidimos utilizar una plataforma segura y libre, hacemos también un proceso de aprendizaje colectiva. Esté proceso permite saber cómo funciona entonces yo creo que eso también es cultura política feminista de ir todas juntas aprendiendo a hacer cosas juntas.
Por otra parte, ahora hay mucha gente que hace documentos por googledoc entonces nosotras hicimos un proceso de entender qué significa eso de la nube, y ahora tenemos una servidora donde alojamos más información y ahí instalamos LimeSurvey para realizar todas las inscripciones que hacemos para que nuestros datos y que los datos de las compañeras que participan de la marcha no estén en google y estén en una servidora nuestra.
También en ese proceso hemos descubierto que a pesar de que haya una discusión sobre las corporaciones de tecnología, está la base material de lo digital, eso es parte de nuestra discusión política. Vinculamos la seguridad digital con nuestras luchas por autonomía sobre nuestros cuerpos, nuestras vidas, por nuestros cuerpos pero una cosa es la critica política, la visión general y otra cosa son las practicas cotidianas, y ahí es donde cada vez más vamos asumiendo colectivamente y haciendo acuerdo. Por ejemplo; el tema del aborto que es criminalizado y perseguido en Brasil no lo hablamos por whatsapp, ni por facebook, ni en espacios inseguros porque es parte del comprender que es una información muy sensible, entonces sobre ese tema hablamos en plataformas seguras.
Cuéntenos cómo vincula la seguridad digital con los derechos de las mujeres ?
Esa vinculación está muy relacionada con cómo comprendemos y luchamos por la autonomía de las mujeres de manera general nosotras, por ejemplo en la marcha tenemos una visión de autonomía económica que va mucho más allá de la autonomía financiera de tener acceso a un ingreso. Nuestra visión de autonomía económica tiene una perspectiva más amplia que incorpora los tiempos de trabajo, las responsabilidades con el trabajo domestico y de cuidado, así como en el trabajo publico, el Estado garantice servicios de apoyo, de cuidado a la ejecución y al cuidado. Es una propuesta holística y anti sistémica de la autonomía, yo creo que con la seguridad digital pasa un poco lo mismo en esa relación que comprender las condiciones para que las mujeres tengamos autonomía, cuando hablo de autonomía económica también hablo sobre nuestros cuerpos, aborto, deseos, maternidad y con todo. Somos un movimiento que lucha por la autonomía de las mujeres y lo entendemos que se logra individual y colectivamente, que esta relacionada con las condiciones materiales de la vida en común, de la comunidad, de la política pública y ahí también entra el tema de la seguridad digital.
Nosotras luchamos por una vida sin violencia así como luchamos por relaciones sin vigilancia. Creo que por ahí vamos haciendo el vinculo, no como algo externo no solo como algo que tiene que ver con que aparatos y plataformas vamos a utilizar sino con la comprensión misma anti sistémica. Somos un movimiento que tenemos esta crítica anti capitalista, luchamos contra el poder corporativo y ahí de repente viene unas empresas que dicen “ah mira mi servicio el Whatsapp tiene criptografía de punta a punta” y nosotras decimos sí, pero todos nuestros datos siguen en Facebook y están utilizando nuestras datos para ganar plata de nuestra vida, entonces no nos interesa que tenga criptografía si es de Facebook. Queremos algo que no va a extraer nuestros datos, nuestra información que no va hacer plata con nosotras entonces yo creo que va por ahí la perspectiva más holística de nuestra autonomía y de nuestra mirada de lo individual con lo colectivo y con los cambios sistémicos y estructurales, que son necesarios para que la autonomía, la seguridad y la vida sin violencia sean de todas y no solo de algunas
¿Qué recomendaciones les puedes dar a otras organizaciones de mujeres o colectivas que se encuentran en la defensa de los derechos de las mujeres?
Nosotras como organizaciones feminista que defienden los derechos de las mujeres le apostamos a desnaturalizar lo que es la opresión en contra de las mujeres, porque una cosa que hace el patriarcado es naturalizar la violencia, como si fuera el destino y como si fuera siempre así, entonces hay que desnaturalizar la opresión sobre nuestros cuerpos y trabajos. Creo que para abordar la seguridad digital también tenemos que desnaturalizar ese proceso de la tecnología, entender que la forma como el capital, las corporaciones van imponiendo plataformas, herramientas que nos ponen en esa situación de vulnerabilidad y lo plantean casi como si fuera la única opción, la única forma. Nosotras tenemos que desnaturalizar eso, tenemos que entender que por atrás de esas tecnologías que son impuestas hay intereses políticos, corporativos, racismo, hay misoginia hay gente que programa algoritmos de la vigilancia y todo eso.
Y entonces creo que lo que ha venido abordado el feminismo sobre la desnaturalización de la violencia, casi que en su quehacer cotidiano para construir fuerza, y recomendaría hacer los vínculos entre lo que ya sabemos y ese tema que quizás no sabemos, y que tenemos que aprender.
La otra recomendación es que nosotras como movimiento hagamos muchas alianza entonces tendremos una alianza muy fuerte por ejemplo con la Vía Campesina con el MST y el tema de la seguridad digital es lo mismo nosotros siempre fuimos aprendiendo a trabajar con eso a partir de las alianzas con colectivos que están actuando en esa disputa de las tecnologías como es por ejemplo con Código Sur que lo conocimos en la lucha y ahí entonces fuimos estableciendo alianzas, aprendiendo juntas. Aquí en Brasil con MariaLab que es un colectivo feminista de tecnología entonces una recomendación es hacer alianzas en torno a ese tema con organizaciones y colectivos que partan de esa mirada más sistémica y más de construcción de alternativas a ese mundo.