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Cultura Libre y movimientos sociales

El capitalismo es bien sabido que es el culpable de muchas cosas, pero también de otras que están más solapadas, por ejemplo el surgimiento de la propiedad intelectual, como un desprendimiento de la propiedad privada, pero sobre creaciones literarias, científicas, artísticas, etcétera. La implicación de esto es que la humanidad como tal, no puede acceder a todo lo que en materia intelectual y o cultural, otres producen. Desde licencias vinculadas con temas de la salud y de la vida, hasta acceso a material de estudio, todo esta mediado por el dinero, y por ende la exclusión. La Cultura Libre es un movimiento que nace dentro de este amplio debate de los bienes comunes, como el derecho humano a participar en la vida cultural.

Si profundizamos aún más en esta corriente que es amplia y diversa, podemos decir que un concepto de la Cultura Libre implica el acceso a materiales culturales, es decir, a las obras, ideas, lenguajes y medios ya existentes; el acceso a herramientas y tecnologías para disfrutarlos y utilizarlos, y la libertad de uso de estos materiales y herramientas.

Este movimiento y sus posibilidades han crecido de la mano de Internet, y del uso de dispositivos con acceso a Internet, ya que la red es una manera sencilla y rápida de transmitir información, a pesar de las imposiciones legales que el sistema capitalista, de la mano de las grandes industrias, introdujeron en el mundo. Así surgieron diversos movimientos organizados, como Creative Commons y Wikimedia, en el marco de la Cultura Libre y muchos otros en los diferentes temas relativos con la propiedad intelectual. También podemos encontrar mucho material producido en torno a dar una discusión reflexiva y comunitaria sobre la Cultura Libre, sus desafíos, contradicciones, reflexiones en torno a la amplitud de temas que abarca, etcétera, mucho de ese material lo podemos encontrar en las ediciones digitales de la Revista Pillku. Les invitamos a leerla, disfrutarla y compartirla.

Ilustración realizada por Nieves Capote https://ilustraciones.otrosmundoschiapas.org/

Licencias libres y derecho de autoría no son una contradicción

Cuando hablamos de Cultura Libre, no hablamos de algo abstracto, ni de algo que es libre porque sí, y se acabo la discusión, el derecho de autoría como tal esta vigente en la filosofía de la Cultura Libre, en el licenciamiento libre, como una herramienta para atribuir autoría, y responsabilidad de una obra, pero también para ejercer el derecho de que esa obra, nuestra obra, sea reproducida libremente, también con responsabilidad. Por ejemplo, una persona que es foto reportera de un medio comunitario, seguramente fotografiará con una perspectiva específica, cuya foto estará acompañada de un mensaje. Si un medio hegemónico decide usar esa fotografía (de uso libre) pero con otra intencionalidad, y sin citar la fuente, es un manejo irresponsable (e ilegal) de la producción fotográfica de otre. La imagen es libre de uso, pero adjudicarle una licencia libre protege ese uso, indebido muchas veces, que ejercen ciertos medios no alternativos, no comunitarios, de fotos. Este es uno de los miles de ejemplos que podríamos citar, con el fin de ejemplificar, porque la Cultura Libre es tan amplia, compleja e importante comprenderla.

Debe quedar claro que por el hecho de haber creado una obra, tenemos el derecho a que se reconozca nuestra autoría, y también a otorgar licencias para que diferentes personas realicen copias, modificaciones u obras derivadas de nuestro trabajo, este enfoque como mencionamos esta vinculado con la idea de que la producción del conocimiento es un proceso comunitario y colaborativo, y el conocimiento es un bien común.

Una de las herramientas comunitarias que nos permiten dar un marco legal a esta visión de la Cultura Libre, viene de la mano de las Licencias Creative Communs (o Copyleft), que es una forma de ejercer nuestro derecho de autoría mediante licencias libres a través de las cuales damos diferentes permisos para usar nuestra obra, sin necesidad de dar consentimiento expreso cada vez que alguien la quiera usar. Esta es la contraposición al enfoque capitalista del copyright.

Añadir una Licencia Creative Communs (CC) es bastante sencillo y sin embargo, a través del trabajo colaborativo internacional, tiene validez legal y mundial, que si bien está sujeto a la legislación de cada país, pero que es una herramienta legal ampliamente utilizada. Las licencias CC hoy nos ofrecen 6 tipos de licencias:

Con CC siempre se reconocerá nuestra autoría a través de la atribución, pero nos permite además escoger como queremos que se comparta nuestra obra, total, parcial, derivada, e incluso si consentimos o no el uso comercial de su reproducción.

Para asignar una Licencia CC a una obra de nuestra autoría, podemos acceder a https://creativecommons.org/choose/. Luego vamos a seleccionar a través de unas sencillas consultas, el tipo de licencia que deseamos adjudicar a nuestra obra.

El sitio nos brindara el texto a adjuntar, con la imagen de la licencia, o el código para embeber en nuestro sitio web, si esta en una página.

Si nuestra obra solo será publicada en redes sociales y no en un sitio web o como texto en PDF, podemos colocar el texto de la licencia que el texto mismo, pero no hay opciones alternativas al respecto, las redes sociales suelen borrar los meta datos por ejemplo de una imagen, por lo que aún si tenemos configurada nuestra cámara con copyright de Creative Communs, al subirla a una red social habrá que coloca la licencia de manera manual.

Desafíos de la cultura libre

Acceder a la Cultura Libre tiene algunos obstáculos, mediados por la clase y el acceso o no a ciertos derechos fundamentales que lejos están de ser provistos en ciertos territorios: acceso a Internet, acceso a determinados conocimientos y dispositivos tecnológicos, entre otros.

«Si bien, por un lado el movimiento de cultura libre va creciendo de forma muy acelerada, éste no deja de existir dentro de un mundillo específico, convirtiéndose en algunos casos en un movimiento de elite, ya que para “entender y vivir” la cultura libre tienes que conocer su filosofía y ser un poco tecno-fan (lo que en el mundo digital se denomina Geek) y tener una destreza mínima con la computadora y sus términos. Es más: al menos tienes que tener acceso a una computadora y a una red de Internet para poder sumarte a esta ola emancipadora de la cultura. Aquí es donde comienzan las dicotomías. La Cultura Libre se propone como “libre”, para todos y todas, pero son pocos los que podemos acceder a ello», la crítica surge del artículo de la Revista Pillku «Cultura Libre: redistribución del poder y trabajo entre pares».

Sin embargo esto no implica quedarse en la idea de lo exclusivo del movimiento, sino en que dentro del propio movimiento de Cultura Libre se problematice el acceso a ciertos derechos para todos, odas y todes, cuáles son las obligaciones que los Estados Nacionales tienen al respecto de estos derechos y brindarlos a toda la comunidad, e incluso como hacer llegar esta posibilidad cuando los gobiernos, las instituciones, etcétera, lejos están de ponerlos siquiera en agenda.

Retomando la primer lectura de este artículo donde la cultura libre implica:

  • Acceso a materiales culturales: es decir, a las obras, ideas, lenguajes y medios ya existentes.
  • Acceso a herramientas y tecnologías para disfrutarlos y utilizarlos.
  • Libertad de uso de estos materiales y herramientas.

Una cultura libre también implica proveer la libre disponibilidad, acceso, utilización y reutilización de materiales y herramientas culturales, técnicas, etcétera. Esto es «un requisito indispensable para cumplir el derecho humano de participar en la vida cultural de una sociedad. En definitiva, los materiales, las herramientas y la libertad de utilizarlos para “tomar parte” son requisitos sin los cuales este derecho no podría cumplirse».

Imagen de portada realizada por Nieves Capote https://ilustraciones.otrosmundoschiapas.org/

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